DOMINGO DE RAMOS - 9 de abril
El DOMINGO DE RAMOS abre solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Marcos.
Entramos en la Pasión y anticipamos la proclamación del misterio, con un gran contraste entre el camino triunfante del Cristo del Domingo de Ramos y el Viacrucis de los días santos.
Este Domingo una oportunidad para proclamar a Jesús como centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a esa gente de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a Cristo. Es un día en el que le podemos decir a Cristo que nosotros también queremos seguirlo, aunque tengamos que sufrir o morir por Él.
La Misa del DOMINGO DE RAMOS se inicia con la procesión de las palmas. Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.
Sin embargo, son las últimas palabras de Jesús en la Cruz la nueva semilla de la Iglesia en el mundo. "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
La liturgia de las palmas anticipa en este domingo, el triunfo de la resurrección; mientras que la lectura de la Pasión nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo el Señor.
Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa, y durante la Misa, el relato de la Pasión.
Entramos en la Pasión y anticipamos la proclamación del misterio, con un gran contraste entre el camino triunfante del Cristo del Domingo de Ramos y el Viacrucis de los días santos.
Este Domingo una oportunidad para proclamar a Jesús como centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a esa gente de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a Cristo. Es un día en el que le podemos decir a Cristo que nosotros también queremos seguirlo, aunque tengamos que sufrir o morir por Él.
La Misa del DOMINGO DE RAMOS se inicia con la procesión de las palmas. Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.
Sin embargo, son las últimas palabras de Jesús en la Cruz la nueva semilla de la Iglesia en el mundo. "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
La liturgia de las palmas anticipa en este domingo, el triunfo de la resurrección; mientras que la lectura de la Pasión nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo el Señor.
Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la Misa, y durante la Misa, el relato de la Pasión.