Esta mañana, 3 de abril, 2º domingo de PASCUA, fiesta de la DIVINA MISERICORDIA, tras la Eucaristía de las 12 de la mañana, ha tenido lugar la Bendición del cuadro de la "DIVINA MISERICORDIA" que, a partir de ahora, se podrá venerar en la parroquia de Santa María de Ambrox de Dalías.
El cuadro, ha sido bendecido por D.Juan Carlos Morales Morell, párroco de Dalías y Celín.
En su homilía, el párroco, ha destacado las palabras del Papa Francisco sobre La Misericordia:
“Dejémonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los sacramentos”
“Sentiremos su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros más capaces de misericordia, de paciencia, de perdón y de amor”..
“Qué hermosa es esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande, tan profundo el que Dios nos tiene, un amor que no decae, que siempre aferra nuestra mano y nos sostiene, nos levanta, nos guía”
El origen de la imagen se vincula con la visión que Sor Faustina tuvo en Plock, el 22 de febrero de 1931 y durante la cual Cristo le expresó su voluntad de que pintara tal imagen y pusiera abajo la siguiente inscripción:
"JESÚS, EN VOS CONFÍO".
Por medio de este cuadro colmaré a las almas de gracias. Los rayos de luz de la imagen representan la Sangre y el Agua que brotaron de lo íntimo de Mi misericordia cuando, en la Cruz, Mi corazón fue abierto con la lanza. (Faustina Kowalska, Diario)
Tras la bendición del cuadro la
hermnana mayor de la Real y Muy Ilustre Hermandad del Stmo. Cristo de la Luz, Dª Cándida Mª Criado Aranda, ha presentado la exposición de los distintos paneles que esta Hermandad ha preparado sobre las
"OBRAS DE MISERICORDIA" haciendo referencia a las palabras del Papa Francisco “Redescubramos las
obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las
obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos”, en este año Jubilar de la Misericordia y seamos misericordiosos como el Padre.
“El mensaje de la Divina Misericordia constituye un programa de vida muy concreto y exigente, pues implica las obras, la acción...”