
OBRAS DE MISERICORDIA ESPERITUALES - DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA
Dar buen consejo al que lo necesita es sobre todo una actitud del corazón; es querer ayudar, consolar, estimular, fortalecer con un corazón bueno y magnánimo, buscando el auténtico bien de esa persona. De allí tiene que nacer el consejo; pues cuando nace del amor y del interés por el otro, será bien recibido y al mismo tiempo hará maravillas a la persona que busca una ayuda.
Dar consejo no es ordenar, sigo sugerir, ponerse en el lugar del otro y, caminando un tiempo con sus zapatos, tratar de aconsejar de la mejor manera posible, especialmente inspirados por el Espíritu Santo que nos dirá la forma y el modo de dar el consejo, ya que Él es quien da la luz que tanto necesitamos para cumplir con esta obra de misericordia.
Si tenemos buena voluntad, paciencia y amor, Dios hará el resto y nos dará palabras sabias para aconsejar cristianamente.
Dar consejo no es ordenar, sigo sugerir, ponerse en el lugar del otro y, caminando un tiempo con sus zapatos, tratar de aconsejar de la mejor manera posible, especialmente inspirados por el Espíritu Santo que nos dirá la forma y el modo de dar el consejo, ya que Él es quien da la luz que tanto necesitamos para cumplir con esta obra de misericordia.
Si tenemos buena voluntad, paciencia y amor, Dios hará el resto y nos dará palabras sabias para aconsejar cristianamente.