Decreto por el que se designan los lugares sagrados en los cuales se pueden obtener durante el Año Santo las gracias del Jubileo de la Misericordia (13 diciembre 2015/20 noviembre 2016)
Lugares sagrados de peregrinación para obtener las gracias jubilares
1. Catedral de la Encarnación.
Con preeminencia pastoral sobre los demás lugares jubilares.
2. Santuarios diocesanos
— Iglesia conventual del Santuario diocesano de Nuestra Señora la Virgen del Mar, Patrona de Almería, a la que se puede además peregrinar en razón del Año Jubilar Dominicano, que conmemora el 800 aniversario de la confirmación de la Orden por el papa Honorio III mediante la Bula «Religiosam vitam» de 22 de diciembre de 1216.
—Iglesia del Santuario diocesano de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente, que en 2016 conmemora además la fecha jubilar de los 350 años de su fundación.
—Iglesia del Santuario diocesano de Nuestra Señora de la Cabeza de Montagud.
—Iglesia del Santuario diocesano de Nuestra Señora de la Consolación de Tices.
3. Iglesias y ermitas parroquiales
—Basílica Menor de Nuestra Señora de las Mercedes, de la villa de Oria.
—Iglesia del Santuario de Nuestra Señora de Gádor, en el municipio de Berja. Jubileo extensible a la iglesia parroquial de la Anunciación de Berja cuando acoja en el Año Santo, en tiempos reglados, la sagrada imagen de la Virgen.
—Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, domicilio canónico del Santísimo Cristo de la Misericordia, de la ciudad de Huercal-Overa.
—Iglesia parroquial de Santa María de Ambrox, domicilio canónico e iglesia de peregrinación para venerar, con particular afluencia durante todo el mes de septiembre de 2016, al Santísimo Cristo de la Luz, en la villa de Dalías
—Iglesia parroquial y meta de peregrinos del Santísimo Cristo del Bosque, de la villa de Bacares, siendo en ella acogido el Santísimo Cristo con particular afluencia en su fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
—Iglesia parroquial de la Encarnación de ciudad de Vera, domicilio canónico del Santísimo Cristo de la Misericordia.
Confiamos al Señor y a su Santísima Madre el mayor fruto espiritual de estas gracias jubilares de la Misericordia, en este Año Santo que nos disponemos a celebrar como generoso tiempo de gracia con el que la Iglesia quiere extender los efectos de la salvación a cuantos se acerquen a estos lugares santos, donde se tributa culto y adoración al Dios vivo y verdadero.