No es un año más. Este año tenía otro sabor y otras ganas por lo que ya todos sabemos. El Cristo de la Luz, siempre acogiendo. Los mismos peregrinos y devotos, pero con más emoción, con más peticiones en las manos, mas nombres en su memoria. Y como un peregrino más, nuestro obispo D. Antonio se trasladaba a Dalías para acompañar a todos los dalienses y devotos en el domingo de la procesión del Santísimo Cristo de la Luz.
El Obispo diocesano presidió la santa Misa mayor y asistió a la bajada tradicional de la sagrada imagen del Cristo de la Luz, con un templo a estallar de devotos. Previamente, la parroquia había preparado la fiesta con el Septenario en honor al Cristo de la Luz que fue predicado por el sacerdote, Pablo Panadero Sánchez, capellán castrense en la ciudad de Málaga.
Aunque D. Antonio había visitado ya la localidad en varias ocasiones, era la primera vez que presidía la fiesta y asistía a la bajada del Cristo. Observó las caras de entusiasmo de los jóvenes, bendijo a los niños, saludó a los más mayores y, como no podía ser de otra forma, levantó los brazos como un daliense más.